El Precámbrico es el período más antiguo. Equivale al 88% de la historia de la Tierra, pero sabemos muy poco de él. El cielo es oscuro. Los relámpagos son constantes y la lluvia martillea continuamente. Las rocas están calientes bajo el suelo tanto que la lluvia se evapora en forma de vapor en cuanto las toca. La atmósfera es densa por el vapor, y hay gases mortales que emanan los volcanes. Nada podría vivir aquí. ¿Dónde nos encontramos? ¿En Venus? ¿En Marte? No. Es nuestro propio planeta, la Tierra, hace 4.800 millones de años.
Los científicos creen que la Tierra se formó, hace unos 4.600 millones de años, a partir de una nube de polvo y gases, cuando sus partículas se acumularon. El polvo empezó a fundirse y se convirtió en roca. Los gases que componían la atmósfera primitiva eran casi todos venenosos: metano e hidrógeno. Otros gases, entre ellos el dioxido de carbono y el vapor de agua, llegaron a la superficie por medio de los volcanes, y a medida que la Tierra se enfriaba, el vapor de agua volvió a convertirse en agua líquida. Cuando la superficie estaba lo bastante fría, el agua empezó a acumularse en hondonadas, que se ampliaron hasta convertirse en los primeros océanos. Creemos que la vida empezó en cuanto la superficie estuvo lo suficientemente fría para que hubiera agua líquida.
Los primeros seres vivos fueron probablemente minúsculas moléculas, inapreciables a simple vista. Estas moléculas podían producir copias de sí mismas. Fueron las primeras formas de vida. A medida que pasada el tiempo, estas moléculas de hicieron cada vez más complejas, y por fin se desarrollaron las primeras células. Estas últimas son los ladrillos básicos que conforman todos los seres vivos. Contienen el material viviente de un ser completo y pueden reproducirse. Una célula está rodeada por una membrana que la separa del exterior. Algunos seres vivos sólo constan de una célula, pero la mayoría, incluidos nosotros, tenemos millones y millones de ellas. Los científicos han descubierto los que parecen fósiles de células en rocas antiguas de Australia occidental, que tienen más de 3.000 millones de años. Estos seres unicelulares se llaman estromatolitos. Al parecer, los primeros animales pluricelulares no aparecieron hasta hace unos 700 millones de años. Podemos encontrar fósiles de animales de cuerpo blando, como medusas, gusanos y plumas de mar, en rocas de todo el mundo.